Creando un Juego de Mesa (parte uno)

Publicado: 10 diciembre 2010 de Birrocracia en Print And Play
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Recompensado, una de las nuevas cartas de la expansión.

Hace tres años tuve una idea y producto de esta me embarque en un largo viaje que termina ahora, con la publicación online de lo que para mi es la versión definitiva de mi juego, Politburó, Lucha de Poder. Y claro, no he podido evitar mirar para atrás y hacer balance. Aquí os dejo mis impresiones al respecto de la creación de juegos con algunos consejillos:

La idea

Se me ocurrió un esbozo de juego, casi una sola idea. Era algo muy vago, pero empecé a darle vueltas, a cambiarlo,a madurarlo. Inicialmente casi se parecía al Bang!, en aquella idea primigenia, solo que con ambientación soviética y con roles ocultos de leal o traidor.

Pero me gustó tanto el tema que quería algo más complejo. Casi desde el minuto uno cambió por completo. Desaparecieron los roles ocultos, los jugadores, candidatos estos al politburó soviético tenían un marcador de salud y otro de lealtad, y quien bajará mucho de lealtad acabaría en Siberia. No quería que un jugador pudiera ser eliminado rápidamente de la partida, por lo que decidí que cada jugador llevara tres candidatos simultáneamente, en lugar de uno solo.

Equipar a estos candidatos con cartas sobre la mesa de forma ilimitada hubiera sido muy aparatoso, por lo que hice que cada uno solo pudiera tener dos cartas asignadas. Y para no desmerecer a la atmósfera de traición y complot que quería para el juego hice que las cartas asignadas fueran secretas al resto de jugadores.

Incluir unos cargos que van saltando de un jugador a otro a lo largo de la partida y que dan habilidades especiales surgió casi solo, y le dio ese ambiente de puñalada y mala leche que quería.

Mi consejo es que en esta fase no te pongas a garabatear lo primero que te venga a ala cabeza. Coge esa idea inicial y dale vueltas en tu cabeza. Que no te de miedo que se te olvide, si es una gran idea se quedara en tu cabeza e ira creciendo. Si ahora ya esta empezando a coger forma, ahora si, coge un bloc y empieza a hacer dibujitos, esquemas y escribir frases sueltas. Si no tus notas van a ser contradictorias e incomprensibles hasta para ti.

La primera versión

Primera versión: cartas solo de texto, primeras cartas de candidato y trasera a color.

Ya tenía mi visión del juego. Redacte un esbozo de primer reglamento, con casi más lagunas y cosas por decidir que contenido, hice un prototipo con word solo de texto y en blanco y negro y se lo hice jugar a mis amigos. La primera prueba fue sin cartas de candidato, cada jugador con seis dados como marcadores de lealtad y salud, a la que sometí a la pobre y bien dispuesta de mi novia. Y la partida fue un fiasco. El juego no funcionaba para nada y ese podía haber sido su fin. Pero vi los errores, esas calamidades fruto del paso de tu mente a la vida real. Y los ajuste.

Hice unas cartas de candidato con los marcadores de salud y lealtad (los dados eran infumables) y unas traseras, las imprimí a color como reclamo y me presente con mi pequeño engendro en unas jornadas del mi club, La Granja de Gandalf. Todo un fin de semana de partidas y bromas sería el escenario perfecto para ver si el juego podía vivir o no.

Durante el fin de semana se creo curiosidad por el, ¿lo has hecho tu? Era la pregunta más repetida. Me senté con mis mejores amigos, lo jugamos y ante lo soso de las cartas de solo de texto (Claro, acostumbrados a las cartas ilustradas por John Kovalic) les propuse rolear cada carta: si jugabas una carta de difamación (llamadas rumores en aquella época) te inventabas que rumor habías propagado para fastidiar a tu contrincante y hacerle perder lealtad. ¡Y les gusto! Nos tronchamos de risa, claro, más por las tonterías que por el juego en si, pero la mecánica funcionaba, no entorpecía. Jugamos bastantes manos seguidas y casi todos los presentes quisieron probarlo, con una buena opinión general, aunque era evidente que estaba sin acabar.

Para las primeras sesiones de juego, que son más de desarrollo que de testeo, elige gente de mucha confianza, porque el juego va a ser un petardo, ya te lo advierto. Y no te desanimes cuando fracase. Toma notas, busca como solucionarlo y se perseverante. Mucha gente cree que hacer juegos es divertido, pero es más bien un reto, con momentos divertidos y otros no tanto. Hay momentos aburridos en los que has de seguir con algo de cabezonería trabajando en ese hijo tuyo, o no pasará de idea-guión, algo tal vez con posibilidades, pero injugable.

Correcciones y cambios

Con la experiencia de esas partidas lime muchas asperezas y terminé de escribir un reglamento casi funcional. Quité de aquí y puse allá. Y venga a revisarlo todo una y otra vez. Solo una cosa no me gustaba. El juego duraba mucho (hasta dos horas se nos llego a alargar en alguna ocasión… el final parecía que no llegaba, tanto rebote del último cargo de un candidato a otro). Pero la gente se reía bastante jugándolo, así que no lo dejé de lado y seguí trabajando en el.

Retoma, saca conclusiones, modifica, saca nuevas conclusiones y abandona. Así cuantas veces haga falta hasta que te parezca que el juego empieza a ser jugable sin que tu estés delante para “apañar” cada absurdo al que se llegue. Ahora puedes empezar a testearlo con conocidos, que serán más favorables a testear tu juego, pero que no aguantarían una sesión “truño”.

¡Sigue la segunda parte de tres el próximo viernes, aquí en LHM!


comentarios
  1. Estoy en esta primera etapa con un juego que me da vueltas en la cabeza y que ya se ha estampado contra la pared en más de una oportunidad, pero la mecánica y la temática son buenas, así que sigo con fé en él…

    Es genial que te tomes el tiempo para comentar cómo te ha ido creando tu juego. ¡Anima a seguir!

    ¡Abrazo desde Buenos Aires!

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