Carolus Magnus es un juego de mayorías y lo que más me ha gustado de el es que da lugar a partidas tensas y no demasiado largas (¡algunas terminan en 45 minutos o menos! …lo cual para un juego de tablero con tanta miga me parece un record…). Sus mecánicas son muy sencillas, se explica y entiende enseguida (es un concepto de mayorías muy visual) y es un juego bonito y barato, que ya es mucho decir de un mismo juego. Para mi ha sido todo un descubrimiento de este año, junto con El Grande.
La idea del juego es que somos miembros de la corte del imperio de Carlomagno, con sus distintas provincias representadas de forma abstracta por una serie de losetas (doce, que se colocan haciendo un círculo en medio de la mesa) y pujnamos entre nosotros para ganarnos el favor de Carlomagno y controlar el mayor número de ellas. Para ello, la influencia de cada jugador se representa mediante una serie de cubos de colores; cada jugador en su turno roba un número de cubos, cuyos colores son al azar. Y puede ponerlos en cualquier provincia, o en el marcador junto a su reserva, ¿pero para que sirve cada cosa? Te lo explico…